El Hostal Camino Colmenar se desarrolla en planta baja más seis alturas, albergando 21 habitaciones diseñadas para optimizar el confort y la funcionalidad de los ocupantes. La planta baja integra los espacios comunes, mientras que los niveles superiores distribuyen las estancias en torno a un núcleo central, garantizando luz natural y ventilación en todas las habitaciones.
El proyecto combina líneas contemporáneas y materiales cálidos, como la cerámica, que aportan carácter al edificio. Su fachada rítmica, con terrazas y grandes huecos resueltos con celosías cerámicas, genera un juego de volúmenes que conecta con el entorno urbano.