Ubicado en Churriana, este conjunto de viviendas se desarrolla en un total de dos plantas, integrándose en la arquitectura vernácula de la zona. La elección de piedra, cerámica y cal aporta un carácter mediterráneo que dialoga con el entorno cercano.
El proyecto se articula en torno a patios interiores y una fachada cuidada, buscando la armonía entre tradición y confort contemporáneo. El resultado es un espacio acogedor, donde la arquitectura se convierte en parte del paisaje cultural.